De elecciones, candidatos independientes y lo mismo de siempre.

Hola, esta vez traigo una opinión muy personal sobre las elecciones intermedias para elegir, presidentes municipales, diputados locales, gobernadores y diputados federales en gran parte del país.

La efervescencia que trae consigo este pan y circo (que todo mundo sabe) el tiradero de basura enorme que se hace y el gasto millonario para elegir quienes nos mal gobernarán y se beneficiarán de nosotros los próximos tres años, y es que a estas alturas del descontento social que se vive en México, aunado al cinismo de quienes se supone deben velar por los intereses de todos nosotros, van por sus propios intereses.

Muchos dicen y hablan de que el cambio es pacífico y por la vía electoral, no seamos ingenuos, por favor. No somos igual que el sur que en mayor o menor medida lograron cambios significativos para vivir como deben vivir los pueblos dueños de su propio destino; pero en el caso de México, se cuece aparte.

Nos hemos distinguido por tener una vasta historia rica en revolución, de nuestros pueblos originarios, nuestros ídolos de la revolución mexicana son y serán un ejemplo a seguir, pero ¿Cuántos de la población saben qué dice nuestra constitución (mal reformada, por cierto) de 1917? ¿Cuántos mexicanos conocen plenamente sus derechos? ¿Cuántos saben que la corrupción es el pan nuestro de cada día? Y que peor aún la vemos ya (como dijera Enrique Peña) como una cultura parte de la sociedad decadente en la que vivimos.

No señores, el “cambio” no vendrá de los mismos lobos disfrazados de nosotros para sacar adelante a este país, esa fuerza la tendrá que sacar el pueblo, el verdadero pueblo, no los partidos políticos, no los “independientes” con pasado oscuro, no los que hoy nos dicen ser “la esperanza de México” no. Aquellos que mencionaron en su momento “al diablo con sus instituciones” y que después recurrió a esas mismas a registrar su franquicia, para no salir del rico escenario público que deja ser la “oposición” en México.

Y esto lo digo con plena certeza que la gente es el poder movilizador y generador de cambios, dejemos de creer que votando por el “menos” malo  amortiguara  nuestra miseria en la que vivimos y convivimos día a día.

Dejemos de pensar que la solución es ir a cruzar una boleta, dejemos de jugar a la “libertad” dentro del sistema. Porque miren la verdadera libertad, cuesta y cuesta sangre y lágrimas por conquistarla.

Algunos preguntaran ¿cuál es la solución? Bueno yo les diría mírense al espejo y quítense las telarañas que tienen dentro de su cabeza y empiecen a cuestionar todo lo que pasa, pregúntense ¿Cuánto tiempo la “oposición” ha estado “peleando espacios”? para que al final el estado de cosas siga igual o peor, pregúntense si vale la pena seguir a un personaje que ha sido una fuga de escape para que esto no revolucione.

Pregúntense, ¡vamos! Háganse las preguntas que tienen en mente, pero que no tienen el valor de preguntarse a sí mismos. No descarto que mucho de verdad se ha dicho dentro de la oposición en México, pero no todo es miel sobre hojuelas, no todo lo que digan o hagan uno o unos “líderes” se tiene que hacer. Es la gente la que decide. Somos nosotros con el poder de razonar y cuestionar las cosas  los que decidimos nuestro presente y nuestro futuro. No necesitamos ir a cruzar una boleta para poder hacerlo, lo podemos hacer con acciones, pequeñas pero al fin al cabo acciones, que son las que  tienen más peso que las palabras y promesas que he venido escuchando en este periodo electoral, lo mismo de siempre, los mismos de siempre.

Los que van a levantar su patrimonio personal primero, antes que los intereses del pueblo. Porque francamente yo le he preguntado a mucha gente ¿oiga y usted que haría si quedara, no sé, como diputado, presidente municipal, regidor o algún cargo popular? La respuesta es hasta deprimente, “bueno primero sacaría el dinero que podría, porque bueno, si no lo hago yo y no aprovecho ahora, quien sabe, a lo mejor otro sí, así como todos los que tienen ese tipo de puestos”.

¿Ven? No englobo a todos, pero si a la mayoría, ¿Quién nos garantiza que harán bien su trabajo? Nadie. Porque bueno no todos los ciudadanos estarán detrás de él o ella para ver si hace bien su trabajo. Son realmente pocos personajes por los cuales vale la pena, pero la verdad es que, esto ya es asunto de que la sociedad está muy descompuesta, componerla nos corresponde a nosotros y cada uno, una sociedad que no tiene una cultura de valores desde lo más mínimo, no creo que tenga gobernantes honestos y que trabajen en pro de todos.

Se los dejo de reflexión, la crítica es bienvenida, no insultos y no sin razones, todo mediante el pensamiento que por naturaleza tenemos. Preguntémonos todo y razonémoslo.

Saludos.

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